Estos días por varios motivos he tenido que revisar fotos del pasado, momentos vividos que quedaron olvidados en alguna parte de la memoria. La nostalgia se ha apoderado de mi alma y solo puedo reflexionar sobre lo frágiles que son las relaciones humanas. Hace unos años habría dicho que un amigo es para siempre y que si ese "amigo" se va es porque realmente nunca lo fue. Pero con el tiempo y perspectiva me doy cuenta de que esa es una afirmación equivocada. Hay casos en los que si se puede aplicar esa pequeña norma, pero en otras simplemente actúa otro factor. Ese factor es el distanciamiento, ya sea por falta de contacto, por perdida de intereses comunes, o por lo que fuera. Al final esas personas que en un momento de tu vida fueron importantes o relevantes pasan a segundo planto, o sencillamente desaparecen.
Antes este hecho me preocupaba bastante, pero cada vez menos. La verdad es que esta situación no me gusta en absoluto pero he comprendido que es algo que debo aceptar. Hay gente que siempre estará en mi vida y otras personas simplemente estarán de paso. Lo que creo importante es saber distinguir quienes son esas personas que deben quedarse y las que hay que dejar ir.