miércoles, 30 de enero de 2013

Hace 10 años...




Hace aproximadamente 10 años que te fuiste de mi vida, dejándome un gran vacío en mi interior y con las esperanzas de que algún día volvieras a buscarnos a mi hermana y a mí como prometiste. Cada 2 semanas. Nunca lo hiciste. Destrozaste los sueños y las esperanzas de dos niñas que te querían muchísimo. Dejaste un gran vacío en sus almas y en sus recuerdos. Pero esas desilusiones no eran nuevas. Hacía tiempo que no se podía contar contigo, años de hecho.

10 años sin saber de ti, hemos crecido sin tu influencia. En ningún momento has mostrado ningún atisbo de preocupación o interés. Me gustaría saber que ha cambiado para que ahora tras todo este tiempo, tras habernos criado únicamente con mi madre como referencia y con muchísimo esfuerzo por su parte, apareces ahora. No entiendo con qué derecho o egoísmo se te ocurre intentar intervenir en nuestras vidas. No tienes ningún derecho a interesarte por nosotras ahora. Además dudo mucho que estés dispuesto a ser sincero con nosotras y contarnos la verdad o ser capaz de admitir y aceptar nuestros reproches. 

Aún no he decidido si dejarte entrar en mi vida o no pero está claro que en mi vida no hay lugar para un hombre que se fue hace 10 años, no ha dado señales de vida y ahora se digna a volver a aparecer. No tenemos nada de qué hablar. Tengo tanta rabia guardada para ti… no te puedes ni imaginar cómo me hace sentir todo esto. Me recuerda las causas por las que soy como soy, la fuente de mis inseguridades, mis miedos, el vacío que llevo dentro… 

Hace 10 años tomaste una decisión, sin dar ningún tipo de explicación. Simplemente desapareciste. Ahora tienes que atenerte a las consecuencias. No sé con qué intención apareces ahora en nuestras vidas pero si realmente quieres entrar no va a ser fácil… aunque solo de imaginármelo…. No. No te veo en mi futuro. Ni en mi presente. De momento no te quiero en mi vida, no estoy preparada para afrontarlo.

martes, 29 de enero de 2013

El destino de la Humanidad

Hoy tras la clase de Moderna I, el profesor ha leído un fragmento de un autor, que ahora no me acuerdo, y decía algo así como que tras todos los años de estudio de la historia se había dado cuenta que el ser humano no aprende de sus errores ni de sus experiencias y que está destinado a cometer los errores una y otra vez. El profesor a complementado la cita diciendo que el opina que el ser humano estudia la historia para ver su reflejo en él y así poder justificar sus acciones. 

La verdad es que es una reflexión interesante, ya que debida a mi reciente experiencia personal me he dado cuenta que es cierto, que el ser humano no aprende ni de sus errores ni de la experiencia de los demás. Me he estado torturando con los errores que una y otra vez he estado cometiendo y a lo mejor resulta que en el fondo de mi cerebro estoy destinada a cometer una y otra vez los mismos errores... O a lo mejor no. 

¿Estamos predestinados a cometer ciertos actos?,  ¿El ser humano es incapaz de aprender de sus errores y está destinado a no progresar?
A lo mejor el avance en algunas cuestiones como en la tecnología se deben a que algunas mentes privilegiadas son capaces de tener otra visión de la vida y adelantarse en algunos casos a su tiempo. El problema es cuando esos visionarios enseñan sus nuevas ideas y adelantos se les llama locos porque la gente de su época no es capaz de entender esos progresos. Están demasiado encerrados en lo común, en lo tradicional como para aceptar algún tipo de avance. Más adelante nos parecen tan obvios esos avances que no entendemos como la gente de la época no pudo comprender las ventajas que ello traería. Pero claro, nosotros jugamos con ventaja porque para nosotros es algo normal y vivimos en sus ventajas.

sábado, 26 de enero de 2013

Desaparecer




Me siento tan cansada de todo que tan solo quiero desaparecer, irme lejos y dejar atrás estos sentimientos que tanto duelen ahora mismo. Las ilusiones rotas y las decepciones se acumulan y ojala pudiera hacer reset y olvidar todo… No sirve de nada llorar por algo que no puedes cambiar pero no veo otra forma de expresar lo que siento. No lloro por esa “relación” que termino si no lloro por mí, por ser tan estúpida siempre y por no aprender de mis experiencias anteriores. 

Todos estos años han sido engaños, mentiras,… estoy harta ya de todo. ¿De qué sirve empezar a conocer a alguien si ya sabes cómo va a terminar? Las esperanzas son inútiles. Nunca he sido tratada como creo que debería haberlo sido y creo que merezco mucho más de lo que he tenido hasta ahora.  No soy mala persona y me porto mal con nadie, no entiendo porque la gente si me trata mal a mí.

Me siento tan vacía… ya no tengo esperanzas de encontrar esa persona tan especial que me llene y me haga sentir segura y querida. Ahora mismo no me siento con fuerzas para salir del agujero negro que se ha convertido mi vida ahora mismo… 

Estoy sin fuerzas para nada. Mis ilusiones y esperanzas han muerto tras esta nueva decepción. No sé qué debería hacer para cambiar las cosas... ojala pudiera encerrar mi corazón en una caja y dejar de sentir. Tanto para bien como para mal. 

martes, 22 de enero de 2013

Primera parte: La próxima vez





Vaga por el bosque pérdida en sus pensamientos, sabiendo que tiene que estar allí por alguna razón pero no sabe hacia dónde tiene que ir. No hay camino, tan solo árboles. Tiene que dejarlo todo atrás, esa sensación oscura que tanto le pesa en el corazón. Pero… ¿es lo correcto? su corazón le dice que debe seguir adelante y encontrar aquello que anda buscando. ¿Pero cómo va a encontrarlo si no sabe lo que busca? No importa, debe seguir. Sola. Sin ayuda de nadie. 

Se para junto a un árbol para descansar. Observa a su alrededor y por alguna extraña razón se siente en paz. Se sienta en un tronco algo húmedo que debió caerse tras la espantosa tormenta de la semana anterior, la humedad aún se siente en el ambiente. El vestido se esta empapando. No importa. Debe seguir, la están buscando. 

Se levanta despacio, sin prisa, con miedo de hacer algún movimiento brusco que la delate. La vigilan. Ya no se siente en paz. Algo la inquieta. Alguien la observa y siente que debe huir, otra vez. ¿Qué camino tomar? Recuerda las palabras de su dama de compañía “Escucha a tu corazón”. No sabe cómo hacerlo, no se lo explicó. Continua andando, buscando un lugar seguro. De repente se detiene, algo no va bien. La han encontrado.

Se gira y lo ve. Su caballo preferido, el más veloz del castillo, Odín. Como no. Si no hubiera sido por ese caballo no la habría encontrado. El caballo de pelaje negro como el carbón y con la mirada de un valiente soldado se acerca a ella y la saluda mediante un pequeño relincho. El caballo no va solo, lo monta un poderoso caballero de la guardia personal del castillo. Se fija y ve que el soldado lleva otro caballo. Quiere llevarla de nuevo al castillo.  Quiere marcharse, tendría que haberse escondido. Se da la vuelta para irse cuando el soldado la llama por su nombre. No tiene escapatoria, sabe que si no es por las buenas será por las malas. El soldado le ofrece las riendas de un caballo blanco como la leche, Bóreas. Es un caballo de muy mal carácter pero es su caballo y sabe controlarlo muy bien. Sin mediar palabra pone rumbo al castillo. El soldado la sigue muy de cerca. La próxima vez encontrará lo que su corazón anda buscando.