Cuando lo miró, a través de sus
ojos pudo ver algo maravilloso e inquietante a la vez. Había una luz muy
especial pero débil, rodeada de una gran oscuridad compuesta de odio, rencor y
dolor. Sabía perfectamente que esa luz interior quería salir pero estaba demasiado
débil para aflorar por si sola. Fue entonces cuando tomo una decisión.
Él la mira cual trozo de carne
sabroso se pone delante tras varios días sin comer. Lo único que observa es la
apariencia, una chica guapa y fisicamente muy atractiva. El cuerpo
reacciona y su mente idea la estrategia que le garantizaría llevársela a su
casa y pasar un buen rato, la gran victoria. No le preocupa ni lo más mínimo el
honor de la chica o su reputación. Observa sus movimientos y como charla con
sus amigas para hacerse una idea de cómo pude ser la chica.
Lo sigue observando, es un chico
muy atractivo pero al mirarlo algo le inquieta. Su amiga le acaba de decir que
ese muchacho es un don juan y que lo único que quiere de las chicas es
desflorarlas y mancillar su honor. Su mirada ha cambiado, ahora parece un
depredador que idea la manera de atacar a su presa. Debe marcharse antes de…
tiene que irse.
Observa como comienza a
despedirse. “Mierda, se va”. Parece que hoy no es su noche. Para una chica
guapa que hay en el salon y tiene que irse. La sigue observando. Intenta grabar
en su mente su cara, sus movimientos su físico y sus ojos…. Los ojos… son muy
bonitos y emanan calidez y amor. Por alguna extraña razón no puede dejar de
mirar esos preciosos ojos y se hunde en sus profundidades.
Sus ojos se encuentran y ve como
la débil luz interior ha recobrado algo de fuerza. A cambiado su forma de
mirarla, aun se siente intimidada pero algo ha cambiado. No puede apartar la
mirada e intenta no profundizar demasiado en sus ojos, podría ver cosas de las
que después se arrepintiera pero por alguna extraña razón no puede. Es una atracción
fatal hacia las profundidades de esa alma perturbada.
El tiempo se para y ambos se
quedan mirándose sin poder apartar los ojos el uno del otro. Se están conociendo
a un nivel que nunca creyeron posible. Ella asustada y el sorprendido sienten
como si fueran dos imanes que se atraen mutuamente. Una canción popular
comienza a sonar y como si fuera una invitación para ambos comienzan a bailar
sin dejar de mirarse a los ojos. Siguen conociéndose cada vez más. No articulan
palabra, tampoco sabrían que decir. Han calado tan hondo el uno en el otro que
las palabras solo podrían estropear la magia del momento.
La canción se termina. Deben separarse.
Aturdidos dejan de mirarse avergonzados. Se despiden como la etiqueta ordena y
se alejan en direcciones opuestas. Ella dándole la espalda anda con paso ligero
hacia el balcón, necesita tomar el aire. Él desde un rincón la observa, algo a
cambiado dentro de él.
Lo que ambos no saben es que ese encuentro será el único
que tengan y que ninguno de los dos podrá olvidar los ojos del otro. Es el
inicio de una eterna búsqueda de amor, ya que días más tarde se darán cuenta
que esa noche se enamoraron perdidamente el uno del otro.
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