domingo, 19 de mayo de 2013

El poder del miedo


En estos momentos de estudio me ha venido a la cabeza una reflexión que estuvimos hablando mi Nada y yo el jueves. Ya sabéis con tal de no estudiar uno hace de todo. Estuvimos hablando del miedo  a lo desconocido, a los cambios, que nos hacen desperdiciar o no aprovechar las oportunidades que nos ofrece la vida. Mi Nada por ejemplo, se va de ERASMUS un curso entero a Francia, sin saber apenas francés y yo no puedo evitar pensar que es muy valiente por irse un curso entero a estudiar al extranjero, a otro país. Para ella va a ser una experiencia de lo más enriquecedora, va a conocer gente nueva, otro país, otros métodos educativos, otro idioma,… y yo no puedo evitar pensar que si yo estuviera en su lugar no habría aceptado esa oportunidad por el simple hecho de que me da miedo ir a otro país. 

Conozco otro caso en el que un amigo se fue a otro país también por unos meses y aunque no le haya ido muy bien, estoy segura de que ha aprendido mucho aunque él crea que no. Aunque ahora se sienta muy perdido, sé que encontrará su lugar. 

Y aquí estoy yo, con una oferta genial  que consiste en ir a estudiar a otra universidad, al sur concretamente, para terminar la carrera allí, con las optativas que me gustan y orientadas a la especialización que yo quiero y sin saber qué hacer. A la gente que he consultado me dice que me vaya que es una gran oportunidad, y la verdad es que tienen razón (aunque claro ellos lo ven mucho más fácil desde fuera). Esta es una de las oportunidades que me ofrece la vida y que creo que debo aprovechar. Pero sinceramente, lo que más miedo me da no es irme, conocer gente nueva, ir a otra ciudad… sino explicarle todo esto a mi familia. 

Ojala todo fuera tan sencillo como decir “bueno me voy a estudiar lo que quiero a otra ciudad, voy a estar bien. No os preocupéis” pero no. Nada es tan sencillo  nunca, siempre hay que dar mil explicaciones. Es normal que se preocupen por mí y lo entiendo. Pero no sé cómo hacerles entender que es una gran oportunidad. Lo más sencillo seria quedarme en Vitoria, terminar la carrera y hacer un master de lo que a mí me gusta, pero que aburrida seria la vida si siempre eligiéramos lo más sencillo o la más seguro y siendo sincera me gusta complicarme un poco la vida. 

Además nunca he sentido ese sentimiento de pertenecer a este lugar (no sé cómo expresarlo de otra manera) siempre he tenido la sensación de que debo viajar, conocer nuevos lugares, gente, culturas y cuando encuentre mi lugar lo sentiré. Pensareis que eso se puede resolver haciendo turismo pero no es esa inquietud, es un sentimiento diferente. Es algo que sientes en tu interior, de que hay un lugar en algún sitio del mundo del que me sentiré “como en casa”. 

Creo que ese camino en busca de "mi lugar" empieza con esta oportunidad.

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