Hoy tengo uno de esos días que lo
único que quiero es tumbarme en la cama y que el tiempo pase, que pase todo lo
malo que siento en mi interior. Tumbarme y reflexionar. Enfadarme conmigo misma.
Enfadarme con el mundo. Enfadarme tanto que llegue al punto de llorar y
desahogarme. Si tuviera alguien a mi lado, alguien que me quisiera de verdad,
lo único que le pediría es que se tumbara
a mi lado abrazándome, en silencio y que cuando rompiera a llorar que me
consolara. Sin preguntas. Sin necesidad de explicaciones, puesto que es uno de
esos días en los que ni yo misma sé que me pasa.
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