Tan solo es el comienzo pero el
miedo está latente. Es un buen chico, sabe que él no la traicionará pero han
sido tantos desengaños durante tanto tiempo que el corazón esta resentido. Hace
tan solo unos pocos meses que su corazón fue lastimado en lo más hondo y no
está preparado para una nueva historia aun. La ilusión tarda en llegar y la
mente no para de repetirle de que tenga cuidado y de que este alerta.
Cando está a su lado todo está
bien, esos miedos se calman y se siente relajada, muy relaja de hecho, y las
barreras se desmoronan. La complicidad es grande y la vergüenza desaparece. La
conversación fluye sin necesidad de hablar de nada en concreto. La confianza se
siente y hablan de anécdotas graciosas, malos recuerdos y algunos fantasmas del
pasado. Algunas ideas de futuro se
entremezclan en la conversación, pero en cuanto eso ocurre una alerta en el
cerebro se enciende y todo ese bienestar
desaparece.
Comienzan a surgir las dudas y el
temor. Algo oscuro rodea su alma y la aprisiona. La angustia. Las ideas de
amontonan en su mente y no la dejan pensar con claridad. Sabe que las cosas no
pueden seguir así y decide enfrentarse a esos demonios interiores que no la
dejan ser feliz y disfrutar. Es una lucha que tardara un tiempo en lidiar, pero
tiene la confianza y la esperanza de que conseguirá vencerlos y podrá dejarse
llevar. El único temor que tiene es el no saber durante esa ardua batalla si su
compañero entenderá sus necesidades de espacio y esperará el tiempo que haga
falta sin alejarse de su lado.
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