Me siento atrapada en estas 4
paredes, con mis pensamientos y sentimientos ahogándome y torturándome. Quiero salir
pero ¿A dónde voy? ¿Salir sola para qué? ¿Para recordarme más aun lo sola y vacía
que me siento en estos momentos?
Siento que mis sentimientos y mi
malestar me ahogan, me oprimen el pecho y me siento tan mal que me dan nauseas…
no eres consciente de lo que estas provocando con tu actitud, me está haciendo
mucho mal. Seguramente tú estés tan tranquilo yendo en estos momentos al
gimnasio sin ser consciente del daño que me estás haciendo. Quiero escapar. Escapar
a un lugar donde no se sienta nada. Ojala pudiera dormir todo el día y así
dejar de torturarme. Debería desconectar o distraerme y la verdad es que tener
que estudiar Arqueología no es de mucho consuelo ni tampoco proporciona la distracción
que ando buscando.
Tu llenas todos mis pensamientos,
me pregunto cómo es posible que no te importe en absoluto y como has sido capaz
de no hablarme en todo el día sin sentirte mal. Yo he tenido que hacer un
esfuerzo enorme y luchar conmigo misma para no escribirte un simple “hola”. He torturado
a mis pobres amigas con mis lamentos y
ellas recordándome lo que debo hacer, no hablarte, darte tiempo. Sinceramente no
sé para qué. Me pregunto si mañana tampoco volverás a hablarme, a mi desde
luego me costará hacerlo.
Todo esto no tiene sentido,
tampoco ha sido para tanto. Solo hemos descubierto que no tenemos el mismo
punto de vista en algunas cosas pero… eso no es malo. Simplemente somos
diferentes y tenemos que intentar comprendernos mutuamente. Yo estoy dispuesta a
hacer ese esfuerzo, pero… ¿y tú? ¿Serás capaz de ponerte en mi lugar e intentar
comprenderme?
No eres capaz de demostrarme tus
sentimientos, ni para bien ni para mal. Tratar contigo es como intentar cruzar
un muro de hormigón revestido mil veces. ¿Estás dispuesto realmente a abrirte
de nuevo a alguien y aflojar tus defensas? ¿Estás dispuesto a dar algo de ti? Son
preguntas que quedan en el aire y que me gustaría hacértelas pero…. A lo mejor
ya no tenemos de que hablar, a lo mejor con esta actitud hemos creado un muro
entre nosotros. Siendo sincera he de decir que mi actitud ha cambiado, ya no
estoy dispuesta a dar más de mí sin sentir que tú también lo das.
Quiero correr y no parar. Dejar estos
sentimientos, preguntas y dudas detrás, lejos de mí. Quiero correr y dejar atrás
a los viejos fantasmas que vuelven para torturarme un poco más, como si no
fuera suficiente. Correr pero ¿Qué rumbo tomar? Eso da igual. Escapar. Huir. Olvidar.
Actitudes cobardes, lo sé pero tan necesarias algunas veces…
La música alta para poder tapar
mis pensamientos pero me temo que no sirve de nada, el dolor es más fuerte. Escribir
esto me ayuda a quitarme parte de la presión en el pecho que tengo ahora mismo.
Lagrimas amenazan con derramarse pero no. No voy a llorar más. Ya he llorado
suficiente hasta ahora. Ahora solo me queda el valor para demostrarme a mí misma que puedo pasar
un día entero sin hablarte. Me costara pero, al final del día me sentiré orgullosa
por haber dado un pequeño paso lejos de ti, de esa dependencia que me creas.
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