Hace aproximadamente 10 años que
te fuiste de mi vida, dejándome un gran vacío en mi interior y con las
esperanzas de que algún día volvieras a buscarnos a mi hermana y a mí como
prometiste. Cada 2 semanas. Nunca lo hiciste. Destrozaste los sueños y las
esperanzas de dos niñas que te querían muchísimo. Dejaste un gran vacío en sus
almas y en sus recuerdos. Pero esas desilusiones no eran nuevas. Hacía tiempo
que no se podía contar contigo, años de hecho.
10 años sin saber de ti, hemos
crecido sin tu influencia. En ningún momento has mostrado ningún atisbo de preocupación
o interés. Me gustaría saber que ha cambiado para que ahora tras todo este
tiempo, tras habernos criado únicamente con mi madre como referencia y con muchísimo
esfuerzo por su parte, apareces ahora. No entiendo con qué derecho o egoísmo se
te ocurre intentar intervenir en nuestras vidas. No tienes ningún derecho a
interesarte por nosotras ahora. Además dudo mucho que estés dispuesto a ser
sincero con nosotras y contarnos la verdad o ser capaz de admitir y aceptar
nuestros reproches.
Aún no he decidido si dejarte
entrar en mi vida o no pero está claro que en mi vida no hay lugar para un
hombre que se fue hace 10 años, no ha dado señales de vida y ahora se digna a
volver a aparecer. No tenemos nada de qué hablar. Tengo tanta rabia guardada
para ti… no te puedes ni imaginar cómo me hace sentir todo esto. Me recuerda
las causas por las que soy como soy, la fuente de mis inseguridades, mis
miedos, el vacío que llevo dentro…
Hace 10 años tomaste una decisión,
sin dar ningún tipo de explicación. Simplemente desapareciste. Ahora tienes que
atenerte a las consecuencias. No sé con qué intención apareces ahora en
nuestras vidas pero si realmente quieres entrar no va a ser fácil… aunque solo
de imaginármelo…. No. No te veo en mi futuro. Ni en mi presente. De momento no
te quiero en mi vida, no estoy preparada para afrontarlo.
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